Reflexiones al emprender

¿Estoy haciendo lo que debería? ¿No es un poco arriesgado? ¿Qué pasa si sale mal? Son preguntas que seguro nos surgen cuando estamos en el inicio de una aventura como es la de emprender. Para una de estas cuestiones tenemos una respuesta clara: no va a salir mal, en Propentum confiamos en el trabajo duro y honesto a largo plazo. Hubiera resultado más fácil quedarnos trabajando por cuenta ajena, ¿pero habría sido mejor? La vida es para muchos una lucha constante por sobrevivir, a pesar del esfuerzo, no podemos negar que nos aporta satisfacción. ¿Y por qué no tu propio trabajo? Es verdad que no todas las personas deben emprender porque no todos somos iguales y no todos tenemos ese afán de conseguir objetivos pero, si tienes la ilusión de hacer algo y te sientes con posibilidades, adelante.

En el colegio se nos dice que hay que estudiar para ser algo en la vida y cada uno termina cuando lo cree conveniente. En el mundo laboral uno puede acudir a trabajar todos los días esperando a que se termine el día o intentando mejorar y aspirar a una mejor posición. La pregunta es ¿por qué parar de ponerse metas? ¿es incómodo luchar por un objetivo? Sí, es incómodo ponerse, es duro luchar para conseguir algo, pero si te gusta lo que haces y sientes pasión tu vida será más plena, de modo que no te importará que el día siguiente sea lunes, o trabajar 12 horas si es necesario.

Nosotros estamos empezando, tenemos pocos meses de experiencia, pero ya sabemos por qué hay gente que prefiere buscarse la vida a que se lo pongan fácil, esto también es “vivir bien” en el sentido de que se sienten muchas emociones. Aunque existen momentos de altibajos - sabemos que es normal - medimos el riesgo y conocemos nuestras posibilidades. Trabajamos intensamente, aunque al hacer lo que nos gusta no nos supone mucho problema, también hay tareas que no gustan tanto y otras a las que hay que ponerle valor, la inteligencia emocional es muy importante para los emprendedores.

En definitiva, la ilusión, la aventura, la incertidumbre del riesgo, las emociones que surgen en el día a día, la pasión, la visión, el coraje, la motivación, la felicidad y el desafío pueden ser las razones por las que uno no ve otra salida que el intentarlo. Evidentemente uno debe ser responsable, organizado, ambicioso y luchador para hacer frente a todo lo que viene. Porque el camino es duro y lleno de altibajos pero el paisaje es el más espectacular que en la vida hayamos contemplado.